Textos

Me he leído un libro.
Lo abrí hace dos semanas por la primera página, tome un segundo para disfrutar del olor a libro nuevo, la peor perdición para cualquier amante de la magia de las palabras.
Leí la primera frase y sentí que estaba hecho para mí. Me adentre de lleno en cada frase de cada párrafo. Recorrí cada una de las calles al lado de los personajes y viví cada una de sus aventuras sintiendo todas y cada una de sus emociones. Me hablaban. El protagonista me enseñó su coraje y la amante el poder de la seducción, el antagonista el odio y los personajes secundarios la importancia de los pequeños detalles.
Quise ir más allá. Me imaginé al escritor escribiendo cada una de sus páginas, exprimiendo su mente día tras día para desangrarse en un par de centenares de páginas y dejar allí una pequeña parte de todo lo que le había enseñado la vida.
Lo envidié, quise seguir sus pasos y hacer sentir a otro tan mágica sensación. me imaginé a alguien más evadiendo se de su mundo para adentrarse en el mío.
Después ya podré ponerme a pensar en seguir la lista de sueños por cumplir.