"Estoy aprendiendo a volar, pero no tengo alas..." Estamos conscientes de que el miedo está presente en nuestras vidas, algunas veces se manifiesta extremadamente, otras ni se siente. El miedo a perder a alguien, el miedo de estar solo... El miedo de no tener el control. "Yo seré tu ala faltante." Todos estamos en la misma lista, nosotros únicamente somos piezas en un tablero en el juego de la vida, esperando a ser borradas. Después de una tragedia que de verdad azote nuestra existencia, simplemente nos la pasamos divagando el resto del sendero con los ojos vendados y creyendo que fue nuestra culpa, está bien llorar, está bien caer por un momento. Somos humanos, cometemos errores, algunos fáciles de borrar, unos indelebles. "Un dragón derribado, es un dragón muerto." Vivimos apagados pero siempre existirá una pequeña luz que le dé vida a nuestro oscuro camino, a veces llega temprano pero a veces pasan décadas sin que alguien nos brinde un poco de su tiempo y calor. Tanto, que se nos olvida qué es eso y nos empezamos a cuestionar esas extrañas sensaciones. "Caes, caeré contigo." Aquí, en estos capítulos, vivirás una tragedia. Desde temprana edad tus manos se manchan de sangre que quieres quitar, te sientes un monstruo totalmente; pero, como se dijo antes, una luz siempre llega en el camino para hacer desaparecer todo miedo o quitar aquellos grilletes que vayan pesando de más. Cuando caemos en un abismo del que no podemos salir, aprendemos a vivir en la oscuridad. Ya conocemos la historia de "el 80% de la población desarrolló poderes"... ¿te has preguntado poder intercambiarlos?