El Detective Conan había tenido un mal día, o mejor dicho una mal semana. Creyó que si asistía al próximo robo de su "rival amistoso" favorito, despejar la su mente. Y la verdad no se estaba equivocando, se sentía emocionado y entretenido de descubrir cada paso y maniobra que haría el Mago a continuación, guardando el secreto del Inspector Nakamori. Lo siguió una vez mas al techo del edificio, corriendo a toda la velocidad que sus piernas le dejaban. Iba bien, hasta que un mal paso lo hizo caer al llegar a la azotea. Eso había sido la gota que derramó el vaso. -.- -»Personajes NO de Mi Propiedad«- -»Historia SI de Mi Propiedad«- -»Contenido Gay, chicoxchico. Si no te gusta retirate o abstente a las consecuencias«-