David era un niño vivaz y espontáneo, pero el tiempo le fue convirtiendo en alguien totalmente diferente.
Su vida se volvió monótona. La gran ciudad consumía toda su energía, y su luz poco a poco se extinguía. Un día, uno de sus compañeros de trabajo le imploró que viajara en su lugar a una pequeña ciudad al sureste del país. David accedió, muy a su pesar. Sin embargo, en el fondo lo necesitaba. Debía alejarse de lo que conocía.
Tan solo ver el sobre con el boleto de tren, David se percató que su corazón latía más rápido ¿Qué podría ser? ¿Acaso ese boleto era lo que necesitaba para escapar de su rutina, de su quebranto, de su vida en la ciudad?