Freddy está enojado con Billy, pero este no sabe por qué. De lo único que se ha percatado es que su amigo pasa noches fuera de casa haciendo quién sabe qué cosa y va descubrir a toda costa qué está pasando, aunque una de sus alternativas sea convertirse en Shazam. Su relación comenzará a tener un lazo muy fuerte, tanto así que llegue a ser algo más que sólo un bromance. Y, como todo adolescente, contarán con momentos dramáticos y crisis existenciales; pero bueno, no hay que olvidar que aunque puedan convertirse en adultos aún cuentan con un corazón de niño.