Ichimatsu se rió, rió con ganas y con el rostro descompuesto en una extraña mueca de desesperanza y consternación haciendo que el pobre transeúnte se alejara asustado de él. Todo tenía sentido ahora, sus constantes malestares, los picores y las repentinas recaídas que había experimentado después de aquel maravilloso encuentro, ahora también entendía porque muchos habían dejado de cenar ahí. Que irónica era la vida a veces. [OsoKara] [IchiKara]All Rights Reserved
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