Dororo fue atrapada por Itachi y su grupo de maleantes, estos deciden venderla como juguete a una familia adinerada cuyo hijo mayor sufre de deformidades quién vive aislado del mundo y muchos temen.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.