Una invitación simple y sin ninguna doble intención de por medio, es algo bueno de aceptar. Pero luego de beber dos vasos grandes de cerveza y luego unos shops, de una bebida que ni siquiera sabes su nombre, comienzas a pensar: "¿por qué mierda dije que si?" Mi noche comenzó de lo más tranquila, lo que continúa jamás pensé que lo podría llegar hacer, pero lo hice. Y no solo lo hice esa noche, sino que también al día siguiente.All Rights Reserved