Kim Taehyung era un chico bastante amoroso, tierno, educado, amable, leal y confiable, pero todo eso cambio cuando experimento una sensación bastante cruda: La traición.
La chica que más amaba, con quien estaba seguro se casaría y formaría la familia que tanto soñaba, lo traiciono del modo más doloroso posible. Cuando creyó que estaban en su mejor momento, cuando creyó que era el tiempo adecuado para ir y pedirle que se casarán, cuando ya tenía el anillo en el bolsillo de su pantalón, la vio besándose con otro hombre.
Las explicaciones fueron vagas, sencillas y confusas, pero fue una palabra la que se le quedó grabada: No eres suficiente para mí.
Desde ese día, algo cambio en Taehyung, sus cariños, mimos y sentimientos se transformaron. Ahora era un hombre sarcástico, frio, inexpresivo, alguien que solo se enfocaba en vivir el momento y jamás pensar en el mañana. No le importaba la prensa, no le importaban las mujeres, no le importaba su vida, solo vivía el momento como si fuera el ultimo.
Ahora, las cosas volvían a cambiar. Alguien del pasado regresaba a remover esos viejos sentimientos, a regresar al Taehyung soñador que era antes, pero no todo sería sencillo, al menos no para él. Él sabía que había visto esa mirada antes, sabía que la conocía de un pasado que había dejado atrás, ¿ella haría que él volviera a creer en el amor?
¿Qué pasaría ahora? ¿Taehyung caería por sus encantos? ¿Volvería a creer en el amor y la fidelidad? ¿Se daría una nueva oportunidad con una chica que creyó haber olvidado? Tenía que arriesgarse, después de todo, no todo puede quedarse solo en un hermoso recuerdo.
Hay personas que no marcan el curso de tu vida como otras. Siempre se logra aprender algo de ellas, siempre nos quedamos con algo de esa persona. Se puede decir que, prácticamente, nuestra formación ética y moral está más arraigada con el criterio propio y con lo que creas necesario guardar de esa persona para la supervivencia de una vida.
Siento que la vida se vuelve un ciclo infinito, tarda tanto en pasar tan rápido, pero en realidad, pasa tan rápido cuando crees que ha tardado tanto. No te da ni tiempo.
Fue una grata sorpresa, la vida siempre te envía regalos. Regalos que llegan en el momento más oportuno, ni más ni menos. Sólo en el momento que es justo. Sepamos reconocerlos.
Tenía tiempo sin ver ese rostro que en algún momento me colmo de mucha alegría, con todo y lo frío, lo amargado, lo pedante, pero sobre todo, lo sarcástico. Él no era de dar muchos abrazos, pero daba los necesarios. Él no era de demostrar sus emociones o sentimientos, era muy cauteloso. Él era de poco hablar, pero cuando lo hacía se notaba cuan calculada eran cada una de sus palabras.
Él era Min YoonGi, mejor conocido como Suga. Nunca entenderé el porqué de aquél apodo tan absurdo, él no era dulce y tampoco era del agrado de todos. Entonces, comprendí. El azúcar era necesaria para todos, así como su dosis de cinismo y realidad; el azúcar para los diabéticos es mortal si no se controla, así como él y su peculiar forma de dar amor.
Min YoonGi, se conocía exactamente por dos cosas. La primera, era él sin importar qué. Y la segunda, él sabía con quién ser dulce.