Jenna Brooks había fallado en muchos aspectos de su vida, aún con veinte años, se hallaba desempleada y soltera. Con el poco dinero que conseguía por ventas en Internet podía pagar la renta de un departamento estable, en el cual pasaba sus días esperando una gran oportunidad de empleo o que el hombre perfecto cayera del cielo.
Pero no todo lo que uno espera sucede, o al menos exactamente.
Jenna pensó que en Internet podía pasar todo, incluso enamorarse.
Pero no todo lo que crees conocer en Internet es precisamente honesto.