Juliana era una chica casi solitaria, ¿porqué casi? porque sólo tenía unas cuantas amigas, eran contadas, no iba a fiestas, se la pasaba estudiando. En cambio, Valentina era completamente lo opuesto una chica popular quien se llevaba con todo mundo, le gustaba las fiestas, ir a antros, bares y salir a divertirse sin tener un plan en mente.
Quien diría que la vida de estas dos chicas se uniría de repente, sin planearlo, sin pensarlo, y quién diría que estas dos chicas terminarían conectando tanto que ninguna persona a su al rededor lo podría imaginar, ni ellas mismas lo imaginarían, a fin de cuentas, son dos chicas de dos mundos distintos, ¿por qué el destino las juntaría? ¿cuál es el plan que la vida les tenía preparado? ¿habría acaso algún aprendizaje que tendrían que tener ambas? ¿o acaso sólo fue el destino que hizo esa jugada extraña? Todas estas preguntas se las hicieron una vez que ellas terminaron viéndose a los ojos en un lugar que nunca pensaron llegar a estar.