No conocía el terror a la perdida, por que nunca había tenido nada que perder, hasta que llegaste tu. Podría pedirte lo que sea y moverías el mundo con tal de cumplir mis caprichos sin embargo yo no era capaz de si quiera notar que estaba lastimando el amor de un alma incondicional. Es hora de redimirme y encausar mi vida al rumbo correcto.All Rights Reserved