La adolescencia es esa clase de edad en la que si no eres fuerte, estás jodido. Insultos, violencia... son la clase de cosas que nadie quiere encontrar en su vida pero que muchos sufren. Y hay que ser fuerte. Diana lleva metida en la bulimia, la anorexia y la autolesión durante un año. Sin embargo, con ayuda de gente que la apoyará será capaz de salir de todo y empezar una nueva vida con gente que la merezca. Y aquellas personas que lo van a hacer son dos chicos que se convertirán en sus mejores amigos, un pequeño puñado de amigas y otro grande de gente que la admira, no solo ya por sus notas, sino por su belleza. Su cuerpo, marcado por los trastornos alimenticios ahora ha pasado a ser perfecto, su pelo en una coleta ha quedado suelto y sus ojos, aunque sigan enmarcados por gafas, estas resaltan su color. Diana se ha convertido en alguien fuerte y, aunque haya gente que sigue queriendo hacerla caer, ella sabe que ya no está sola y que podrá apoyarse en sus amigos para seguir adelante.