Javier, un adolescente que no entendía situaciones de la vida en las que presenciaba anécdotas buenas y malas se cuestiona por cada acontecimiento, piensa que el mundo va en contra suya y no encontraba motivación... con el paso del tiempo cae en cuenta que no es a la única persona que le sucede y que existen situaciones que no se pueden controlar, empieza a entender que la vida es así, viendo con positivismo y paciencia cada vez más las cosas, adaptando como su arma principal el aprendizaje que nos otorga el día a día.