La intimidad los perseguía, Tsubasa y Sanae eran perseguidos por los recuerdos de la primera vez en que hicieron el amor, la primera vez en que se entregaron en cuerpo y alma aun sin confesarse nada. Ozora declarara sus sentimientos a Nakasawa y se volverán a entregar a la pasión y el deseo que se tenían el uno con el otro para así acabar comprometidos en una noche, no una cualquiera, sino la noche en la que Japón venció a Brasil, la noche en que Tsubasa Ozora cumplió su sueño y ahora hiba por el segundo, casarse con Sanae Nakasawa.