No siempre las historias de amor son fruto de un accidente, muchas de ellas inician de la forma más incongruente, en lugares comunes, otras en lugares poco conocidos. En rincones del mundo que pocos conocen, dejando así historias que sólo se quedan plasmadas en la memoria de algunas generaciones, para después, desaparecer. Leopoldo y Emily no pudieron ser la excepción. Dos mundos diferentes, dos clases sociales muy distintas, pero un sentimiento de por medio que es capaz de dominarlo todo.