No sé qué me pasó exactamente. Cómo pude llegar a hacer tantas cosas que no me creía capaz de hacer por nadie. Y es que, todo empezó cuando él apareció en mi vida. Él, Scott, el nuevo y repentino compañero de clase.
Se había incorporado a mediados de curso. Era un tanto misterioso y tenía algo extraño, nuevo, que nunca había visto antes. Algo que atraía e incitaba a interesarse más por él. A lo mejor era esa soledad que se empeñaba en conservar, porque cada vez que alguien intentaba acercársele, él respondía de forma seria y desinteresada. Tenía algo que, en realidad, no podría describirlo concretamente.
No sé, pero me atrajo desde el principio, aunque tardé bastante en darme cuenta de ello. De hecho, aún no sé lo que siento realmente. Pero pienso averiguarlo, aunque soy un tanto orgullosa y puede que intente resistirme a abrirme a mis sentimientos... Quién sabe.