Amanezco con una resaca de los mil demonios, ¿qué mierda a pasado? ¿en dónde estoy?. Veo a mi alrededor, estoy en un cuarto, mi memoria es confusa pero no creo haber llegado aquí por mi misma. Me levanto y veo que alguien abre la puerta. -Vaya, vaya, al parecer la princesa durmiente ya despertó - un chico alto, cabello oscuro se me acerca con una sonrisa que perturba. -¿Quién eres? y qué hago aquí- -Solo te puedo decir que eres mía-