Morgan dejó la copa sobre la barra y dio un paso hacia ella. - No le quieres. Emily abrió la boca con incredulidad. - ¡Claro que le quiero! Morgan hizo un gesto silencioso de admisión. - No le amas. Sus ojos profundos y la seguridad en su voz comenzaban a ponerla más nerviosa de lo que habría admitido nunca. Dio un paso atrás incapaz de soportar su cercanía. "No soy dueña de los personajes de mentes criminales, solo los utilizo por pura diversión"All Rights Reserved