Sentada a su lado, era de noche, las 10:00 p.m para ser exacta, la brisa tan fresca, los árboles y el pasto haciendo ese pequeño sonido que provoca el viento al rozar en ellos, yo miraba la luna mientras esperábamos que llegasen por mí, y él, él me miraba a mí.
- Me gusta el labial que llevas hoy -
Confesó sin temor, me giré mirándolo a los ojos mientras sonreía levemente, mi corazón comenzó a palpitar velozmente, cuando estuve a punto de hablar, su voz retumbó una vez más.
- Me encantaría probarlo - Dijo sin más, mi mente en aquél momento no trabajó del todo bien, no pude comprender y mis nervios comenzaron apoderarse de mí completamente, me sentí confundida y extraña a su vez, lo único que pude decir y, que salió de mis labios fue:
- Podría prestártelo si quieres alguna vez -
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...