La verdad es que si tuviera que describir el sentimiento de profunda paz que hay en mi mediante solo una palabra optaría por Inefable, algo tan increíble que no puede ser representado con palabras.
Es impresionante como el hecho de que volvieras a aparecer en mi vida me ha producido tantos sentimientos. Eres como el clima de verano, a veces una tormenta, de esas fuertes y tenebrosas, que se presentan solo una vez al año. Y otras la calma que llega después de una larga noche, que cuando te das cuenta, se ha terminado y ha dejado un rastro de olor a tierra mojada, el césped lleno de diminutas gotitas de agua, cada una totalmente diferente a la otra, un rastro de pequeños riachuelos... Eres ese clima que me gusta tanto, eres calor, cuanto estampas tus besos a lo cargo de mi cuello, cuando respiras acelerado mientras me abrazas, cuando estando los dos a cien por hora me miras y lo único que eres capaz de decir es mi nombre, de tal forma que eres capaz de ponerme la piel de gallina.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.