Le Llamaba Santiago

Estaba recién llegado a la ciudad prácticamente no conocía a nadie me sentía muy solo disponible para cualquier cosa que pudiera suceder.
Como todo acto de desesperación sucedió que un día le encontré en el bendito internet, y sin ningún tipo de cortesía le envié un mensaje incitando a lamer su sexo. Muchas veces creo en el destino pero otras no tanto pero en esta historia creo que si el destino estaba dirigiéndome a conocer a Santiago. Ante el mensaje el sin demorar sin contratiempo simplemente acepto aquella proposición indecorosa. No hablamos mucho más sólo más que compartir dos o tres fotos y su dirección de su departamento. Apenas habían transcurrido minutos cuando le llamé a su puerta de algún modo están sorprendidos de que yo estuviese ahí. Desde el momento que la vi me sentí maravillado, me sentí contento a pesar de no saber de su vida sabía que de alguna forma iba a significar algo muy importante para mí. pero sin saber qué traería complejos a mi pensamiento, por aquel entorno que que acompañaba nuestras vidas.