el ciervo

Se cuenta que un día un ciervo llegó a la orilla de la fuente con la intención de calmar su sed, apenas la pudo aplacar, terminado esto contempló su imagen en las aguas.
El ciervo se puso se puso extraordinariamente contento al ver su enorme cornamenta que se reflejaba en la fuente , pero al observar sus patas , excesivamente delgadas y supurando sudor y barro , sintió un repentino malestar porque le parecía que no hacía justicia en su bella estampa, aún reflexionaba en su apariencia , cuando escucho las voces de unos cazadores y el ladrido de los perros. Hecho a corre impávido el ciervo para librarse de los que lo buscaban, pero con tan mala fortuna, que los cuernos que tanto le gustaban se enredaron en la maleza e impidieron su huída.
Mientras los perros lo despedazaban, el ciervo , ya moribundo, dijo en medio de horrible lamentos: "¡pobre de mi! ahora me doy cuenta que aquello 1ue desprecie era lo más útil que pudiera resultar y , y por el contrario que tanto orgullo me producía ha sido causa de mi perdición".
El relato no puede ser más claro . La soberbia, la vanidad, el orgullo provocan en muchas ocaciones el abandono de lo útil y el seguimiento de aquello que nos puede ocasionar la ruina. cuando oramos,también hemos de tener en cuenta la necesidad del discernimiento para pedir con humildad lo que realmente nos conviene.