Soledad, engaños, problemas y decepciones fueron cosas que marcaron mi vida, cosas con la que tuve que lidiar y superar a lo largo que fui creciendo, siempre estuve metido en problemas y nunca pude lidiar con ellos sin algo que me sirviera de apoyo, ese apoyo era mi abuelo, un hombre que no es que halla luchado o peleado por respeto sino que se lo ganó a lo largo de su vida, algo que espero que pase con la mía lo antes posible, pero que claramente no va a pasar pues no es solo las burlas continuas y los problemas diarios, las peleas en mi cabeza y de cómo todos los días con tantas cosas malas trato de buscarle el lado bueno y ser positivo a cada momento, estás dispuesto para ver mi historia ? Solo te digo que el amor es una gran mierda como una gran bendición, de que no todo se basa en las novias y en la popularidad sino en dejar ese maldito miedo que nos carcome por dentro.
Te pido que no me entiendas, y que tampoco le trates de buscar sentido pues el amor no lo tiene. Solo que no desperdicies tu tiempo buscándole razones a la vida y busca lo desconocido y extraño, por qué de lo inesperado viene lo increíble así que no solo seas tú por qué lo dije o te lo dicen, selo por qué tú lo quisiste ser y ya
Público cada martes o jueves, y sino logró publicar en alguno de estos días, lo haré doble, solo les pido comprensión, tengo algunos problemas con el internet pero solo les pido que le den una oportunidad
¿Puede una chica romántica y delicada enamorarse de alguien tan ruda como Lynn Loud? Issabella Abrams era esa chica: amante del color rosa, del maquillaje, la poesía, y de las historias de amor. Todo lo contrario a Lynn Loud, quien prefería la acción, los deportes y no se preocupaba demasiado por lo sentimental.
A pesar de sus diferencias, había algo en Lynn que atraía a Issabella. Tal vez era su valentía o su determinación, o quizás el hecho de que Lynn no temía ser exactamente quien era. Mientras que Lynn también sentía cierto interés en Issabella, no entendía como no podía tentarse en ganar y ser la número uno, veía que ella era como una suave brisa que acariciaba el rostro hasta de quien no merecía con dulzura, dulzura que raramente a Lynn le encantaba.