Su corazón palpitaba con fuerza, se sentía como una presión, que hacía temblar tu mano, tus lagrimas empapaban tus mejillas y sentir esa tención de esos ojos que alguna vez confiaste Que tonta habías sido - No me obligues hacer esto - dijiste moqueando - por favor... - - Este tu deber - contesto con su rasposa voz - estaba escrito desde que naciste - sus dedos arrugados rosaron con la cicatriz que pasaba por tu ojo La pistola tambaleaba en sus manos, sujetaba con miedo y se resbalaba por el sudor en tus dedos Lo único que debía hacer era tirar del gatillo y cumpliría con el legado familiar...
6 parts