Aunque muchas veces puede que sea bastante torpe, tengo mis limites, con respecto a cuándo inicio todo esto realmente, en un punto perdí la visión de lo que me estaba enfrentando, considerándolo un juego de niños, después de todo nunca nadie había salido dañado demasiado. Pero ahora la realidad me había golpeado nuevamente sacado el aire de mis pulmones, haciendo temblar mi cuerpo, ellos son el verdadero mal.