La Wicca

Nicole es una chica de 23 años de edad, rubia, de estatura media, facciones caucáseas, usa un lápiz de labios rojo intenso que acentúa sus facciones. Nicole es de esas mujeres que mueven el mundo al caminar, sus pasos firmes, seguros, pero a la vez tan elegantes y ligeros la convierten en el blanco de la mirada de mucha gente; es una mujer muy terca, solo Dios podría convencerle de lo contrario a lo que ella pensaba; enamorada de la vida; le encanta escuchar a los pájaros cantar al pie de su ventana, su momento favorito del día es justo cuando el sol se pone y el cielo se torna color naranja; pero lo que más le gusta a Nicole desde que tenía uso de razón es visitar a su abuela, Nicole disfrutaba al máximo visitar a su abuela, estar con su abuela le hacía sentir más cerca de sus raíces, solo su abuela le conocía como nadie, con solo una mirada, ya sabía cómo estaba el ánimo de Nicole.

Ella tenía poco tiempo en la ciudad de New York, tuvo que mudarse al ser contratada por una empresa de auditores para la cual trabajaría como gerente durante dos años. Sus días transcurrían entre ir al trabajo, regresar a casa, abrir las cajas de la mudanza, e intentar dar su toque personal a su departamento.

Nicole se definía a sí misma como una mujer polifacética, una de esas mujeres que son capaces de devorar al mundo si se lo permiten; práctica como ninguna, para ella todas las circunstancias de la vida tienen alguna solución. Pero en realidad, debajo de esa coraza de profesional exitosa, esa mujer fuerte y decidida, no es más que una romántica empedernida, una mujer muy sutil, gentil, amorosa y apasionada.

Nicole es una chica normal, hasta que un desafortunado suceso la lleva a descubrir un bien guardado secreto familiar que le dará un giro completo a su vida. Luego de saber sobre su herencia familiar jamás volverá a ser la misma, y enfrentará el dilema de seguir sus sueños personales o mantener la tradición familiar.