La existencia del destino supone que nada ocurre por azar, sino que todo tiene una causa ya predestinada. Los acontecimientos no surgen de la nada, sino de alguna fuerza desconocida. Vane González no sabía que su destino iba a ser algo inigualable e inesperado. Ella siempre pensó y dió por sentado de que su vida sería una extremadamente común y aburrida. Hasta que, un día, se encuentra con un color verde que hará que su vida de un giro de ciento ochenta grados. Una divertida historia que vale la pena contar. -Prohibida la copia total o parcial de la historia-