El destino viaja de maneras caprichosas, nada lo detiene así como nada lo conmueve. Sin embargo, aquello que los une a ellos es una fuerza mas poderosa, algo que ningún humano ha podido nombrar y, del cual, no tiene sentido escapar. Uno de ellos se ha resignado a aceptar su vida en prisión, pues fantasmas del pasado lo han alcanzado; el otro ha esperado aquel momento con una paciencia envidiable, pues ha de tomar lo que le pertenece.