-Necesito el trabajo – murmuro quedamente
-No es el trabajo para una chica como tu – contesta cortante.
-¿Una virgen? - digo amargamente, si, eso seria algo probablemente nunca antes visto, una virgen en un strip club.
-Esta bien, que Dios me perdone por hacer esto, te dejare trabajar aquí – pestañeo como si tratara de alejar de esa forma a la sorpresa – no, no me mires como borrego, me odio a mi mismo por lo que estoy haciendo, pero necesitas el dinero y tengo una vacante, puedes empezar esta misma noche, pero con una condición...