Editando y escribiendo. Próximamente su final. En la vida existen amores que se aferran a tu corazón, sin importar cuánto daño te hayan causado, simplemente porque los recuerdas con cariño. Dimitris Papadopoulos fue uno de esos amores que se adentraron en mi alma de tal manera que, hasta el día de hoy, en abril de 2019, no puedo borrar su huella de mis pensamientos. Un año después de aquella dolorosa llamada, de aquel desgarrador adiós, su recuerdo sigue siendo tan vívido como el primer día en que nuestras vidas se entrelazaron. Dimitris entró en mi vida como un destello, un repentino rayo de sol en un día nublado, casi tres años después del primer 'Hola' que nos unió. Nuestros encuentros, nuestras memorias compartidas, y esos preciosos momentos se convirtieron en una parte imborrable de mi historia. Dos culturas, dos idiomas, una misión que nos propusimos pero nunca llegamos a cumplir por completo: resistir la tentación de enamorarnos uno del otro. Esta es mi historia con el griego, una crónica de encuentros y despedidas, de momentos compartidos y una conexión que se mantiene viva en mi memoria, incluso cuando la realidad nos separa. Un viaje a través de los recuerdos, el dolor y el cariño que perdura en mi corazón.
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