Tras abandonar la orden de los Kinkou y su título de Puño de la Sombra, Akali actúa ahora en solitario y está lista para convertirse en el arma mortal que necesita su gente. Aunque no renuncia a las enseñanzas de Shen, su maestro, ha jurado defender Jonia de sus enemigos, asesinándolos uno a uno. Los ataques de Akali son silenciosos, pero su mensaje se escucha con toda claridad: temed a la asesina sin maestro.