El ser humano por naturaleza tiende a almacenar en su memoria los momentos felices, también los tristes e incluso las cosas que nos parecen insignificantes. En la ausencia de una persona atesoramos todo; absolutamente todo.
Cuando alguien no sabe el rumbo que tomaron sus decisiones o que las ocasionaron, todo colisiona. De alguna u otra manera terminará enterándose de todo, sea bueno o malo.
Camile Bélanger es una de esas personas, feliz -aunque perezosa- por instinto propio que toda su vida ha intentado brillar a pesar de todas las circunstancias que quieran impedir que lo haga, con lagunas mentales y muchas ganas de entender qué demonios pasó con su vida. A sus 21 años de edad solo le faltan dos semestres para recibirse como profesional, es el orgullo de una escasa población.
Noah Gilinsky. 22 años, perseverante desde cuna y algo problemático en cuanto a relaciones sociales se trata. Calculador cuando de usar la cabeza se trata. Un estratega en potencia y alguien que por obligación estudió administración de empresas. Dedicado a romper las reglas de un estereotipo que la alta clase le impuso y también inversionista de todo su tiempo en traer de vuelta el pasado, o al menos, que el presente pueda ser similar a cuando fue feliz.
¿Qué pasa cuando ambas personas se cruzan? ¿Qué clase de reacción podría tener el mundo ante una humana que tiene cierta parte de su pasado borrada y un humano que tiene clara la historia desde distintos puntos de vista?
Portada realizada por @Loveale14 de la Editorial Queens.