Introducción: Todos pasamos por esa extraña etapa de la vida en la que de un día para otro nos sétimos capaces de comernos el mundo, vamos a fiestas y las noches de fin de semana se convierten en nuestro terreno de juego. Pero nadie dijo que esos fuesen los únicos síntomas. Al llegar a los catorce años alguien debería avisarnos de lo que se aproxima en adelante y sin embargo cuando llegas a los dieciséis te sientes igual de perdido y te llevas seguramente la paliza psicológica más fuerte de toda tu vida, marcando desde ese instante tus próximos movimientos en este retorcido juego de mesa que es la madurez, inventado por la sociedad y basado en sus normas inquebrantables. Esto queridos amigos es la llamada adolescencia de la que aún no se conoce cura alguna.