Hernán pensaba que tenía su vida resuelta, desde muy pequeño sabía a que se quería dedicar y hoy a sus 27 años lo estaba haciendo. Junto a eso había encontrado al que consideraba el amor de su vida y con quien tenía la suerte de complementar su pasión. Andrei a sus 21 años estaba viviendo el sueño de su vida, había luchado por ello con uñas y dientes y finalmente lo había alcanzado. No había nada de su vida profesional o personal que deseara cambiar, o al menos eso era lo que pensaba antes. Ninguno de los dos imaginaba lo que sucedería en esa gira.