Homicidios, desapariciones, jóvenes moribundos por las calles de la gran manzana; las sirenas nocturnas y las explosiones dejaron de ser espontáneas. Eventualmente los gritos se apagan. Las personas se quedan a la espera de un héroe, despreciando a los malechores, mas ignorantes a la hora de actuar. Necesitaban de personas quienes ejercieran justicia. No les importaba la violencia realmente. Necesitaban de un arcoiris de esperanza, héroes de verdad.All Rights Reserved
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