El no lo sabía, era como si otra persona lo controlará, como si alguien más tuviera ese deseo terrible, el no era conciente de si mismo. Miedo. Eso fue lo que toda su vida experimento, nada, ni nadie podía apaciguarlo, o tal vez si... Sangre, eso le ayudaba, se lastimaba a si mismo, pero no era suficiente, el quería más, aún más.