Mi vida nunca conoció la monotonía. Era un trono forjado con acero y estrategia dónde yo era la reina indiscutible. Otros hablaban de caos, de sombras, pero para mí, era la sinfonía perfecta de poder y control.
Siempre obtuve lo que quise, cuándo y cómo lo quise. El mundo era mi tablero, y cada movimiento, una jugada calculada.
Hasta que Evan Hodwerdflez cruzó mi camino y doblegó mi corazón. Su muerte no fue un lamento, sino una declaración de guerra.
Un disparo.
Y con él, la certeza de que el juego había cambiado, volviéndose personal.
Nacimos entre el oro más oscuro y las promesas rotas, herederos de una ley no escrita donde la lealtad era una fachada y la traición, el pan de cada día. Éramos piezas vitales en la inmensa maquinaria de la Organización, una entidad que respiraba ambición y devoraba voluntades.
Lo que más me enervaba era que el arquitecto de la caída de Evan no era un extraño, sino una sombra conocida que, desde siempre, tejía a nuestro alrededor una telaraña sádica de juegos, un laberinto diseñado para que solo él se alzara como ganador.
Caímos, sí. En cada trampa, en cada ilusión.
No hubo juego que ignoráramos, ni jugada que no nos costara caro. Fuimos tan ciegos como los novatos, tan predecibles como los peones. Y fue esa arrogancia, esa confianza mal depositada, lo que lo entregó, naciendo de una acción tan poderosa como nuestro camino, y tan letal como nuestro propio dominio, que nos hizo caer en los juegos de una traición.
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Historia completamente mía. No se aceptan copias.
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𝐀𝗏𝖾𝗋𝗌𝗂𝗈́𝗇 || ❝Nadie se imagina que vengo a la guerra❞
╰┈➤ ℘ | El odio no nace en cualquier corazón. Crece en el de quien alguna vez amó con tanta fuerza que su vida giraba en torno a otra persona. No en un amor cualquiera, sino en ese amor ciego, irracional, entregado sin reservas, sin dudas, sin miedo. Pero, ¿qué pasa cuando descubres que todo era mentira? Que cada palabra, cada promesa, cada caricia no fueron más que piezas de un juego macabro diseñado para verte caer.
No es solo el dolor de la traición, no es solo la decepción. Es la sensación de haber sido un títere en manos de alguien que nunca sintió nada. Es darte cuenta de que todo aquello que creías real era solo una trampa mortal que te consumió por completo, dejándote vacío, roto, sin nada más que cenizas de lo que alguna vez fuiste.
Y es qué el peor odio está en el corazón de una buena persona después de ser destruida.
⚠ Edición de 'Crazzines' obra originalmente mía ✓.
Escrito el 13 de Abril del 2023.
Reescrito el 24 de mayo del 2024.