-Tranquila, no te asustes, no voy a hacerte daño -dijo una voz masculina. -¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó? - Preguntó aturdida, levantándose rápidamente de la cama y sintiendo un fuerte mareo. - Vamos, acuéstate aún no se te han pasado del todo los efectos del cloroformo. -¿Cloroformo? ¿Qué...? ¿Quién eres? - dijo dirigiéndose a la puerta y saliendo a un salón seguida de él. -Tenía que darte la oportunidad de conocerme, se que estamos hechos el uno para el otro, pero necesitas tiempo para descubrirlo y yo te lo voy a dar. HISTORIA Y CAPÍTULOS CORTOS