Hoseok no sabe cómo manejar su corazón y mucho menos controlar por quién sentirse atraído. Una relación madura, eso es lo que buscaba, ¡no más juego de niños! El chico era alto, piel bronceada, hombros anchos y con una voz ronca que lo derretía por completo, totalmente su tipo. Aunque había un pequeño, no tan pequeño problema.