"una cálida mañana otoñal me desperté con un aroma cítrico en mi habitación, realmente adoro el perfume de Adalia, su aroma inefable trae inmediatamente a mi mente una serie de recuerdos y vivencias que llenan mi corazón de gozo. Me giré para saludar al amor de mi vida, sólo para toparme con la sorpresa de que no se encuentra en la cama. Bajé las escaleras dando los buenos días, sin recibir respuesta alguna. A cada minuto gritando su nombre Adalia no estaba."