Los nervios se apoderaban de su cuerpo mientras se encaminaba a esa gran casa donde había sido invitado cordialmente, su traje negro ligeramente pegado a su cuerpo hacía que luciera su contextura física, el cabello negro resaltaba su rostro maquillado con suma delicadeza, el embriagante aroma de su fragancia hacia que algunos hombres voltearan hacia su dirección quedando embobados por la belleza de su apariencia. Esa noche no solo iba a disfrutar de una gran fiesta, sino que también un gran espectáculo donde los invitados serían los testigos y los que se encargarían de arruinar la "perfecta" reputación de aquel que alguna vez llamo novio.