El café de por la mañana me ayuda a seguir con mi vida de mierda. El hecho de que pase algo caliente por mi garganta me calma la pasividad que tengo y me abre los ojos. Y el cigarro que lo acompaña también. Que me queme los pulmones me ayuda a seguir viva. Por lo menos siento algo. Me salta una llamada. No me apetece cogerlo, pero miro la pantalla. Un número desconocido. Me lo pongo en la oreja nada más desbloquearla. -Natalia. Soy Alba. Alba Reche. Miki ha muerto. El entierro es mañana.