"Había una vez, una joven encerrada en una torre, sola, sin cepillos ni joyas, sin espejos ni zapatos; esperando con paciencia, la llegada de un valiente príncipe..."
Xayline soñaba despierta, soñaba que algún día saldría de su celda y volvería a ver el sol.
Anhelaba el calor de sus rayos, la tibieza de sus brisas en verano, la maldita vitamina D que tanto necesitaba para no verse como un fantasma...
Ahora la pregunta es: ¿dónde está su salvador? ¿Quién la liberaría de su prisión?
-Si no vendrán por mí, pues, que se pudran.