Steve es bueno con las máscaras. Se atrevería a decir, que es mejor que cualquier espía o persona. Una caja le ha brincado a los pies, se ha puesto en guardia. Busca al enemigo. Ríe, su atacante no pesa más de un kilo. -A ti también te han abandonado, ¿eh? -¡Rogers! En pocas ocasiones Steve no ha escuchado órdenes. En pocas, ha ignorado todo para hacer lo que se siente correcto y, en muy raras, casi extrañas ocasiones, ha seguido sus sentimientos. -Vella.