Cuando callan las olas

Hace ya casi dos años que violaron y asesinaron a Tania en el que parecía que sería el mejor verano de nuestras vidas. Desde entonces, ninguno de nosotros ha vuelto a ser el mismo, y mucho menos tras lo que aconteció el verano pasado.

Como cada año, llegan las vacaciones, y lo que para cualquier chico de mi edad es un deseado momento, para mí es todo un infierno. Volver a la costa supone estar en mi casa, con mis padres, cerca de mi pasado, la vida que llevo dos años intentando olvidar en la capital. No es fácil, y menos si nos han citado a toda La Escuadra -así se llamaba nuestro grupo de WhatsApp- para una revisión del juicio por la muerte de Tania.

Reencontrarme con los que fueron mis mejores amigos es, sin duda alguna, lo que más rechazo me genera.