Gerardo siempre fue un chico normal o al menos eso creían todos, jamás imaginaria que alguien fuese capaz de cosas tan atroces, él siempre fue un chico amoroso con su novia. Siempre fue un caballero ante toda mujer que el conociera, solo bastaba un detonante, algo que lo hiciera mostrar su verdadero yo. Micaela jamás se imagino que su novio hiciera eso, ella creía en el con los ojos cerrados, ella jamás dudo de él, ni siquiera cuando encontraron las pruebas. Ella siempre lo justificó, ella siempre lo amo.