―¿Prometes no apuntarme otra vez si te digo algo... bonito?
Él sonrió. A esas alturas no podía entender cómo un rostro tan angelical podía ser tan despiadado, perfecto y culpable de tantos crímenes. Paul se definía a sí mismo como el diablo, y yo lo definía cómo aquello que me hizo desear lo malo y desearlo a él en su máxima expresión.
―Lo prometo.
―Estoy enamorado de ti.
―John, eso no es bonito. Es horrible y catastrófico.
Está prohibida y penada la reproducción total o parcial de esta obra (texto, ilustraciones, diagramación), su tratamiento informático y su transmisión, ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia o por cualquier otro medio, sin el permiso previo y por escrito de la escritora. Todos los derechos reservados.
[Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1908071629658]
Fecha de inicio: 25.06.2019
Fecha de culminación: 21.02.2020
Cash Buckzo, por fin había encontrado un uso a su inútil hijo, por fin podría obtener algo de dinero por todos los años que cuido de él. Por otro lado, Paimon por fin había encontrado la solución perfecta para liberarse de su incompetente hijo, sin perder las apareiencias.
Cuando el trato se sello, Paimon había ofrecido en matrimonio a su único hijo, con la única condición de no tener que volver a verlo, Cash, había aceptado el matrimonio para su hijo y por supuesto la jugosa dote del príncipe.