Kyle, en un último intento absurdo de sobrevivir en San Fransokyo, recurre a los lugares más embusteros de la misma ciudad, terminando así siendo un barman en uno de los bares más peligrosos en la oscuridad de aquellas calles bajas. Finalmente esto lo envuelve en varios sucesos que prefería evitar, conociendo de esa manera a Marco De la Cruz. El chico mexicano que apenas conoce el lugar. Ahora Marco sabía que Miguel le mataría cuando lo viera.