El sacrificio del dragón

Las tierras perdidas del Norte tienen una leyenda, pasada de generación en generación, dónde los restos de un gran dragón que cubría el cielo con el manto nocturno de las estrellas fue pisoteado.

Su heredero pedía sacrificios a quienes osaron pisar el suelo de su antepasado y así fue.
Cada año, el líder del pueblo cumplía con dicho sacrificio.

Pero el heredero, harto de no parecerle suficiente lo que hacían los pueblerinos, desapareció. Pasaron más de 20 años para que esa leyenda fuera olvidada y tomada como a un simple cuento infantil.

Pero, como toda leyenda, siempre tiene un porqué
Un motivo y una razón de su existencia.

Una leyenda que cuenta que no todo es como lo pintan.